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Esto no es Alphaville, esto es Zeroville

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Publicado: 2019-08-10
Se supone que este sitio se llama Zeroville. Y que empieza a existir con este post. Un post inaugural, aunque si lo veo técnicamente, vendría a ser el segundo en realidad. Sucedió que la Matrix, combinada con mi somnolencia y mi falta de pericia, me jugaron una mala pasada con los botones de control. Durante la madrugada previa a la inauguración del 23 Festival de Cine de Lima PUCP, una oscilación en la Fuerza envió dos horas de trabajo al infinito y más allá. Lo último que recuerdo es haber presionado «enter», y enseguida el post se hizo humo. Unas horas más tarde, superada la descompensación, deduje que si «todo pasa por algo», entonces nada mejor que Zeroville arranque de esta manera tan ribeyrana. Es decir, ceñido al Manual del Usuario Derrotado. Estoy hablando de Prosas apátridas de Ribeyro. Puntualmente de una prosa que suelo citar de memoria, aquella en la que debido a un manojo de circunstancias, todas ellas conectadas con el viaje en tren de un pasajero, provocan que el despistado pasajero ya embarcado no llegue a su destino. ¡Fabuloso! No llegar al destino implica un viaje diferente. De inmediato me puse a trabajar en esto que tienen delante. Yo lo hacía pensando en Zeroville y en el tren de Ribeyro y en la manera en que un tren bastante singular, que viaja rumbo a un único destino que es el año 2046 —«a recuperar recuerdos perdidos»— en la película 2046 de Wong Kar-wai, siempre encuentra pasajeros en la ruta. Mi idea de Zeroville, como verán, se vio afectada por estas imágenes. En alguna parte de mi cabeza y de mi corazón de cinéfilo fabulador Zeroville es un tren que emprende un viaje vertical hacia las profundidades del abismo. La puntiaguda cabina futurista que va a la cabeza —desocupada, ciega, inevitable— es este primer post. Los vagones que la hundirán cada vez más hasta —i hope so— volverla inaccesible, serán los post venideros —los prometo—, cargados de las maravillosas inutilidades que nos trae y nos lleva Zeroville: Cine con Literatura, Literatura con Cine, Cine del puro y duro, además de algunos polizontes o despistados viajeros huyendo o regresando por este agujero de gusano. Entonces, les decía, el inicio del 23 Festival de Cine de Lima PUCP, que ha empezado ayer mismo con una película que lamento haberme perdido --El viaje de Javier Heraud--, nos traerá los primeros vagones. Después les contaré sobre mi lista de 16 películas. Y ya prestos a ingresar al túnel vertical me preguntaba si no sería este un buen momento para introducir una de las frases que suelen decirse previo al inicio: «abróchense los cinturones» o «sujétense que ahí vamos». Pero luego me dije que no valdría de nada, porque igual nos vamos a estrellar. Bienvenidos a Zeroville.

Escrito por

Oscar Pita Grandi

Cinéfilo. Escritor. Firmaba reseñas y crítica en Cinencuentro y en la Escuela de Cine de Cuba. Paisaje Habitado es su primera novela.


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